April 23, 2013


"Lo que parece anormal en la vida es completamente normal en el arte. Es de hecho la única cosa de la vida completamente normal en el arte."

 





Los días le llevaban y no los vivía, eran ellos lo que le vivían a el.  
Estaba contaminado, como la mayoría de la gente. Desde pequeños nos enseñan que es la contaminación y sus variantes, lumínica, atmosférica, hídrica... pero¿qué hay sobre las demás?.La contaminación de las personas, de las relaciones, de las amistades, del amor... .El amor empieza como algo idílico hasta que se contamina y se acaba;al principio de la amistad las risas son brutales hasta que se contaminan; la mayoría de las miradas están a rebosar de contaminación; a la familia se la va llevando poco a poco un tipo de contaminación que ni nos atrevemos a nombrar.
Eso nunca se lo habían enseñado y claro, de repente debía enfrentarse a ello, solo. Al principio todo era limpio y puro, como la tierra en sus comienzos, pero la melancolía, el fango, la tristeza,el humo, el desamor, el ruido y la falsedad lo habían empañado, tanto que estaba cubierto de mierda hasta las trancas, lo siento por la falta de educación, pero así era como le veía y en el fondo como se veía el.      
Sabia que tenia la obligación de ser valiente y de comenzar a vivir, pero de vivir a su manera. Hacer lo que le viniese en gana, sin dar explicaciones a nadie , sin contaminar y sobre todo, 
sin ser contaminado.

April 22, 2013


Estas tardando en llegar, demasiado. No me digas que lo bueno se hace esperar porque no me sirve. Sabes que las oportunidades pasan y que nunca mas vuelven a repetirse, los dos hemos desperdiciado oportunidades de las grandes,¿ por que volver a repetirlo?
Así que coje el tren, pero el que te lleva hasta mi y por favor no lo pierdas, te estaré esperando en la estación.
¡Pero cójelo ya!

Pensándolo en frió he encontrado el momento en el que empezaron a cambiar las cosas, bueno me empezaron  a cambiar a mi o quizás las he cambiado yo y por lo visto no me he dado cuenta,el momento en el que mi cabeza voló.
Pero no fue cuando te fuiste, la sucesión de acontecimientos y pensamientos que rebosaban mi cabeza la nublaron por completo.Comenzó después, creo que podría decirte hasta el día pero bueno sería arriesgar demasiado, ya sabes lo insegura que soy y lo poco que confío en mi misma ; empecé a darme cuenta que y quien me rodeaba y en definitiva de la realidad, de lo ciegos que vivimos día a día por una sola razón, algo que nos aterra, la soledad.
Y no, no vengo a decirte lo valiente o fuerte que soy, porque no es así, yo también la temo. Pero aun me acojona mas vivir a oscuras y creo que empiezo a ver algo de luz, aunque es una luz que quema,quema muchísimo y no existe protector solar que lo evite. Hay que exponerse y afrontarlo,a pelo. 
Es difícil de entender para las mayoría de las personas, por eso son tan pocos lo que lo consiguen, los que no abandonan, los que se salen de lo corriente y por eso son apartados o ¿son ellos los que se alejan?.Pasan de estar en la cima a caer en picado.
Alejarse de la apariencia y enfrentarse con la realidad, una realidad que tantas veces se ha intentado explicar y que en definitiva nadie entiende.
Ni tu , ni yo.

April 6, 2013



El primer día de clase, el profesor trajo un frasco enorme: 
- Esto está lleno de perfume -dijo a Miguel Brun y a los demás alumnos-. Quiero medir la percepción de cada uno de ustedes. A medida que vayan sintiendo el olor, levanten la mano. Y destapó el frasco. Al ratito nomás, ya había dos manos levantadas. Y luego cinco, diez, treinta, todas las manos levantadas. 
- ¿Me permite abrir la ventana, profesor? -suplicó una alumna, mareada de tanto olor a perfume, y varias voces le hicieron eco. 
El fuerte aroma que pesaba en el aire, ya se había hecho insoportable para todos. 
Entonces el profesor mostró el frasco a los alumnos, uno por uno.
 El frasco estaba lleno de agua. 


(E. Galeano - "El libro de los Abrazos")

Excepcionales donde los haya.





Te escribí frases en mi cabeza esa noche, y la siguiente, y la otra...Así pase mis noches en vela , pensando lo que diría a el mundo y bueno, a ti.
Pero hoy al levantarme me he dado cuenta de que...¡ no me acordaba de ninguna !.Es curioso, se habían borrado todas de mi mente, por arte de magia.
Ha llegado ese día de el que tanto hablan, es gracioso porque, ni me había dado cuenta.

April 4, 2013

El fotógrafo estadunidense Angelo Merendino retrata la lucha de su esposa contra el cáncer hasta la muerte



















" La primera vez que vi a Jennifer sabía. Yo sabía que ella era la elegida. Yo sabía, al igual que mi papá cuando contó a sus hermanas en el invierno de 1951 después de conocer a mi mamá por primera vez, “la encontré.”
Un mes más tarde Jen consiguió un trabajo en Manhattan y dejó Cleveland. Yo iría a la ciudad – a ver a mi hermano, pero realmente quería ver Jen. En cada visita mi corazón le gritaba a mi cerebro “, le digo!” Pero no podía reunir el valor para decirle a Jen que no podía vivir sin ella. Mi corazón finalmente se impuso y, como un chico de escuela, le dije a Jen “Estoy enamorado de ti.” Para el alivio de los latidos de mi corazón, los ojos hermosos de Jen se iluminaron y dijo: “¡Yo también!”
Seis meses más tarde, recogí mis pertenencias y viajé a Nueva York con un anillo de compromiso quemando un agujero en el bolsillo. Esa noche, en el restaurante italiano favorito, me puse de rodillas y le pedí a Jen que se casara conmigo. Menos de un año más tarde nos casamos en Central Park, rodeados de nuestros familiares y amigos. Más tarde esa noche, bailamos nuestro primer baile como marido y mujer, acompañado por mi padre y su acordeón – ”Estoy en el estado de ánimo para el amor … “
Cinco meses más tarde Jen fue diagnosticada con cáncer de mama. Recuerdo el momento exacto… La voz de Jen y la sensación de entumecimiento que me envolvía. Ese sentimiento nunca se ha ido. Nunca voy a olvidar cómo nos miramos a los ojos, el uno sostuvo las manos del otro. “Estamos juntos, vamos a estar bien.”
Con cada desafío que se acercaba. Las palabras se volvían menos importantes. Una noche Jen acababa de ser admitida en el hospital, el dolor estaba fuera de control. Ella me agarró del brazo, con los ojos llorosos: “Hay que mirarnos a los ojos, esa es la única manera que puedo manejar este dolor.” Nos amábamos con cada pedacito de nuestras almas.
Jen me enseñó a amar, a escuchar, a dar y creer en los demás y para mí. Nunca he sido tan feliz como lo fui durante este tiempo.
A lo largo de nuestra batalla, tuvimos la suerte de tener un fuerte grupo de apoyo, pero aún luchaba por conseguir que la gente entienda nuestro día a día la vida y las dificultades que enfrentamos. Jen tenía un dolor crónico de los efectos secundarios de casi 4 años de tratamiento y medicamentos. A los 39 años Jen comenzó a usar un caminador y estaba agotada de estar constantemente al tanto de todos los golpes y moretones. Estancias hospitalarias de más de 10 días no era raras. La frecuentes visitas al médico eran debido a batallas con las compañías de seguros. El miedo, la ansiedad y las preocupaciones eran constantes.
Lamentablemente, la mayoría de la gente no quiere escuchar estas realidades y en ciertos puntos sentimos nuestro apoyo desvaneciendo. Otros sobrevivientes de cáncer comparten esta pérdida. La gente asume que el tratamiento te hace mejor, que las cosas se hacen bien, que la vida vuelve a la “normalidad”. Sin embargo, no existe una persona normal con cáncer en la tierra. Los sobrevivientes de cáncer tienen que definir un nuevo sentido de la normalidad, con frecuencia diaria. ¿Y cómo pueden los demás a comprender lo que teníamos que vivir todos los días?
Mis fotografías muestran la vida cotidiana. Ellas humanizan el rostro de cáncer, en la cara de mi esposa. Muestran el reto, la dificultad, el miedo, la tristeza y la soledad que enfrentamos, que Jennifer se enfrentó, mientras luchaba con esta enfermedad. Pero lo más importante de todo, mostrar nuestro amor. Estas fotografías no nos definen, sino que somos nosotros.
El cáncer está en las noticias todos los días, y tal vez, a través de estas fotografías, la próxima vez que un paciente de cáncer se pregunte cómo él o ella está haciendo, junto con la escucha, la respuesta se reúna con más conocimiento, con empatía, comprensión y una preocupación más profunda y sincera."